miércoles, 26 de octubre de 2016


La Villarreal se viste de morado

Homenaje al señor de los Milagros y su interrupción con las clases en la UNFV


Llegó octubre y una cortina de fe cae sobre el local central de la Universidad Federico Villarreal. Y no solo se trata del rezo de los estudiantes por la semana de parciales, sino también, por el esperado homenaje al Señor de los Milagros. Este tradicional evento no sería uno más si no fuera por la suspensión de clases. Pero, tomando en cuenta la realidad de la universidad, ¿se deberían perder más clases de las que ya se han dejado atrás?

Hasta el momento no ha habido un comunicado oficial por parte de la “Villa” sobre la suspensión de clases. Sin embargo, ya se ha emitido un cronograma de las actividades programadas por el 53 aniversario de esta casa de estudios. Donde figura el viernes 28, como todos los años, la festividad por el Cristo Moreno en la puerta principal del Local Central a partir de las 8 de la mañana.

A todo esto, muchos estudiantes consideran que será un día más de tranquilidad para afrontar la entrega de trabajos y exámenes parciales que se aproximan. Aunque también existen aquellos que se preocupan por la pérdida de clases, claro está en minoría. No obstante, ya es clásico escuchar en estos días, esta semana en especial, frases como: “Qué se va hacer si todos los años es lo mismo” o “Un día más de relajo”.

Por ahora solo se espera, otra vez, como es costumbre, que las diferentes facultades de este anexo redacten pequeños comunicados de suspensión de clases circulando por las redes sociales y muy extrañamente por los pizarrones, de éstas mismas, un día antes de su ejecución.



martes, 25 de octubre de 2016


El señor de los milagros

 Por: Cindy Yupanqui

El olor a incienso, los cánticos y el sonido de la primera campanada dan inicio a la fiesta de fe y tradición de miles de familias peruanas. El Señor de los Milagros sale al encuentro y abre un nuevo cauce del río morado donde cada devoto entrega su fe y corazón acompáñalo en las diferentes procesiones de octubre.

Un río morado pasa por la avenida Bolivia del distrito de Breña. Foto: Cindy Yupanqui


El inicio del cauce de este río morado se da como inicio en cada primero de octubre de cada año, recorriendo las principales calles del centro histórico de Lima, para finalmente, el viernes 28 en su la última procesión de la venerada imagen, en los que se incluye los distritos de Breña y el martes como parte de su despedida el Señor de los Milagros recorrerá los alrededores de las Nazarenas. 

Cada vez que este río morado pasa por las calles moja de bendición a sus fieles devotos del mundo católico donde muestran fe y tradiciones populares.   Donde se congregan desde muy temprano en las diferentes iglesias que pernocta luego de su primera salida de la iglesia Las Nazarenas.
Cuadrillas, sahumadoras, devotos, familias enteras venidas desde diferentes lugares de Lima lucen con orgullo el color morado por las calles de Lima. Después de rendirle homenaje con los tradicionales bailes de Marineras y banda de músicos.

 La fe esta tanto que a la procesión se suman ancianos y ancianas, niños y personas con discapacidad y también las que sufren de enfermedades mortales, testigos cuentan que tal como su nombre lo dice "Señor de los Milagros", les hizo milagros, como curarse del cáncer, poder caminar, tener un hijo y muchos más;  a muchos de estos casos la ciencia médica los había desahuciado, sin embargo su fe al Señor  de los Milagros y el amor a la vida los salvó.

Todo inició cerca al año 1651, cuando reinaba el Papado de Inocencio X, en el Perú, el Virrey García Sarmiento de Sotomayor y como Arzobispo de Lima, Pedro de Villagómez. Los negros angolas se agruparon y levantaron el local de su cofradía en la zona de Pachacamilla, en las afueras de Lima. 

En la sede de la cofradía, como postula Antonhy de la Cruz, en una de sus paredes de adobe del galpón, un esclavo angoleño negro llamado, según se cree, Benito o Pedro Dalcón, plasmó la imagen de Cristo crucificado. La imagen fue pintada al temple en una pared tosca, cerca de una acequia de regadío, de un acabado imperfecto, además hay que resaltar que el anónimo pintor no tuvo estudios completos de pintura, y que ejecutó la obra por su propia devoción a Cristo. 

El 13 de noviembre de 1655 a las 14:45 horas, tuvo lugar un terrible terremoto que estremeció Lima y Callao, derrumbándose templos, mansiones y las viviendas más frágiles, dejando miles de víctimas mortales y damnificados. El terremoto afectó también al pueblo de Pachacamilla y las viviendas igualmente se derrumbaron. Todas las paredes del local de la cofradía se derrumbaron, produciéndose entonces el primer milagro: el débil muro de adobe en donde se erguía la imagen de Cristo quedó intacto, sin ningún tipo de resquebrajamiento. 

Desde entonces  la fe del Señor de los Milagros se fue inradiando no solo en el Perú sino en el mundo, creando cofradías y diferentes hermandades en los cinco continentes.